Lo que nadie te dice sobre cumplir tus propósitos

No es tu falta de disciplina. Es algo mucho más sutil.

Un nuevo año, un nuevo yo. Todos pensamos lo mismo. Pero la verdad es que, al final, seguimos haciendo lo mismo y siendo los mismos.

En Ecuador tenemos una tradición interesante para celebrar el Año Nuevo. Compramos un muñeco hecho de cartón y periódico, generalmente con la forma de algún personaje famoso.

La idea es escribir tus resoluciones en el muñeco, y luego quemarlo en una fogata, con la esperanza de que todo lo que escribiste ahí se cumpla.

Pero seamos sinceros, ¿cuántas de esas resoluciones realmente se cumplen? La mayoría terminan siendo humo, literalmente.

Este año quemamos a Ansiedad de Intensamente

Todos queremos cambiar algo en nuestra vida. Ese trabajo que nos daría propósito, la libertad financiera que nos permitiría viajar más, completar esa maratón que parece imposible, o encontrar una conexión genuina con alguien especial.… pero la rutina, el miedo al cambio y la zona de confort funcionan como una droga: te enganchan.

Y seamos honestos, todos buscamos cierto nivel de comodidad en la vida. Nadie quiere vivir en un estado constante de lucha o incertidumbre. La zona de confort nos regala esa sensación de control, de que todo está bien. Entonces, ¿por qué deberíamos abandonarla? A veces me pregunto esto.

La respuesta es simple: porque la vida sucede fuera de esa zona.

El verdadero problema surge cuando esta aparente seguridad se convierte en la excusa perfecta para no perseguir lo que realmente queremos.

Dejamos de explorar y de crecer.

Lo curioso es que no se trata de falta de disciplina.

Podemos pasar horas enteras viendo series sin parar, comer una pizza fría en desayuno, o navegar sin fin en redes sociales. ¿Por qué? Porque estas acciones no desafían nuestra identidad actual - encajan perfectamente con quien creemos ser hoy.

No es suficiente con hacer otra lista de propósitos o promesas de Año Nuevo. Porque en este momento, no somos la persona que lograría esas metas. Nuestra identidad actual no está alineada con esos objetivos que tanto queremos.

Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos.

Viktor Frankl

A principios de 2024 me propuse un reto que parecía simple: leer o escuchar un libro cada mes. Para alguien que apenas leía "de vez en cuando", esto era un verdadero desafío. Me sumergí principalmente en libros de no ficción y desarrollo personal - algunos los elegí por interés propio, otros llegaron como recomendaciones que, siendo honesto, no todas resonaron conmigo. Al final, entre lecturas y audiolibros, completé 8.

Pero algo fascinante sucedió. Mientras navegaba entre diferentes autores, épocas y temas, por el cuarto libro noté un patrón que no pude ignorar: todos, de una forma u otra, hablaban sobre cambiar.

Esta revelación me pareció tan importante que corrí a anotarla en la primera página de un cuaderno nuevo que me habían regalado.

El mensaje era consistente: si queremos transformar nuestro entorno, primero debemos transformarnos nosotros mismos.

Suena obvio, ¿verdad? Como esas verdades que todos conocemos pero pocos ponemos en práctica.

Me sorprendió ver cómo cada autor, desde su propia perspectiva, llegaba a la misma conclusión. Como si existiera un hilo invisible conectando sus ideas a través del tiempo.

Esta comprensión me llevó a una conclusión simple pero poderosa: si quería un cambio real en mi vida, necesitaba hacer las cosas de manera diferente.

Comencé a tomar la lectura como un compromiso serio. Los ejercicios y estiramientos dejaron de ser algo ocasional para convertirse en una práctica consistente. Subí más videos en youtube y escribí más seguido.

¿Es fácil? Para nada.

A veces todo se acumula y sientes que no puedes estar en todos lados al mismo tiempo. Pero aprendes, ajustas, corriges y, poco a poco, evolucionas. Es un proceso continuo de mejora, donde cada pequeño cambio suma en la dirección correcta.

Todo este proceso de cambio puede parecer abrumador, como mirar la cima de una montaña desde su base. Pero después de tropezar, levantarme y aprender en el camino, he descubierto algunos principios que han transformado mi forma de enfrentar el cambio.

No son reglas mágicas, sino más bien como esas lecciones que solo aprendes cuando te atreves a salir de tu zona segura:

1. Todo se puede aprender

Sí, incluso eso que piensas que es súper difícil. Últimamente he estado explorando un concepto llamado agencia. Básicamente, se trata de esa capacidad que tenemos como personas para actuar con intención, tomar decisiones y alcanzar objetivos.

La agencia es esa sensación de control que tienes sobre tu vida. Es la habilidad para influir en tus propios pensamientos y comportamientos, y creer en tu capacidad para manejar diferentes situaciones y tareas. En este mundo que cambia rapidísimo, hay que ser un poco generalista, alguien que se atreve a aprender lo que le da curiosidad. Esas habilidades que acumules hoy serán las herramientas con las que podrás vivir mañana.

2. Atravesar el foso de lodo con gracia

En la camaronera de mi familia, cuando vaciaban una piscina de camarones, quedaba todo lleno de lodo. Y no un poco de lodo… era lodo que te llegaba hasta las rodillas si no sabías cómo moverte. Tenías que cruzarlo para recoger conchas o peces. Si no querías quedarte atrapado, tenías que aprender a moverte de cierta manera.

Lo mismo pasa cuando haces cambios en tu vida o cuando aprendes algo nuevo. Tienes que cruzar un "foso de lodo", una etapa donde no eres bueno en lo que haces, donde las cosas parecen ir lentas y los errores ocurren siempre. No puedes simplemente saltar al otro lado. Las personas que llegan ahí aprendieron cómo moverse, cómo avanzar paso a paso.

3. Feedback es oro

El feedback bien dado es una mina de oro. Muchas veces creemos que estamos haciendo las cosas bien, pero en realidad no están funcionando como pensamos, ya sea para nuestra audiencia, para un cliente o para las personas con las que trabajamos.

El feedback anónimo es aún más poderoso porque elimina barreras. Si quieres darme feedback, puedes hacerlo aquí: Admonymous. Es anónimo, directo y, créeme, siempre lo aprecio.

Los seres humanos tenemos la capacidad de enfocarnos en lo que queramos, no solo en lo que nos fue "asignado" por nuestros padres, maestros, etc.

Podemos descubrir nuevos objetivos y lo genial es que eso cambia la forma en que percibimos nuevas oportunidades, permitiendo a la mente corregir el rumbo para alcanzar esas metas.

El cambio no empieza con las metas; empieza contigo.

Trabaja en tu identidad, y tu realidad empezará a transformarse. Tus metas cambiarán contigo.

Descubrimientos inspiradores

Cosas interesantes en la web