Esto es más importante que la motivación

La motivación está sobrevalorada

"Somos lo que hacemos de forma repetida. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito."

Aristóteles

Hace unos días, Alexis de la comunidad me respondió un newsletter con una pregunta:

"Kevin, ¿cómo haces para no perder la motivación? O decir ya me aburrí de subir videos y ya no quiero seguir."

Me quedé pensando en esa pregunta porque me vi completamente reflejado. Durante mucho tiempo, yo también dependía totalmente de la motivación. Comenzaba proyectos con toda la energía del mundo y dos semanas después... nada.

La verdad es que la motivación no es tu mejor aliada. Está sobrevalorada.

Si dependes exclusivamente de ella, esa felicidad inicial de que puedes lograr grandes cosas máximo va a durar 2 semanas. Luego se esfuma como si nunca hubiera existido.

Era de las personas que cada 2 semanas tenía un nuevo hobby. Me metía de lleno en un tema hasta saber de forma promedio las cosas y luego pasaba a la siguiente, y a la siguiente, y a la siguiente...

Me pasó al intentar aprender mandarín (solo sé decir "hola, ¿cómo estás?").

Me pasó al intentar meditar todos los días.

Me pasó con mi canal de YouTube... varias veces.

Y seguramente te ha pasado a ti también. Es como si entráras a este ciclo de entusiasmo y motivación temporal que al final te deja en el inicio nuevamente. Claro que con nuevos conocimientos pero personalmente me sentía que igual no cumplía con los objetivos que me ponía al inicio.

Mis primos youtubers

Lo que realmente te lleva lejos

Cumplir con pequeñas acciones diarias, incluso cuando NO tienes ganas, es lo que te lleva lejos.

Cuando tu enfoque es servir a otros (aportar valor real), tu creatividad se vuelve mucho más sostenible que cuando solo dependes de "sentirte inspirado".

Me gusta recordar siempre esta frase:

"No crezco porque siempre estoy motivado, crezco porque sigo creando aunque no lo esté."

Últimamente he estado subiendo semanalmente newsletters y la verdad es que no es sencillo con todo lo que pasa en una vida normal jaja, pero puedo decir que tener una rutina me salvó.

Hace unos años jamás hbuiera pensado así. Odiaba la "rutina" pero por malas razones.

Tener una "rutina" no es tan malo como suena

Personalmente, odiaba la palabra rutina. Siempre que pensaba en ella, se me venía a la cabeza ese video de las ratas yendo a trabajar jaja. Lo veía como una cárcel.

Lo visualizaba como un largo día de trabajo seguido por atascos de tráfico, un supermercado lleno de gente y personajes molestos. Mi configuración predeterminada era experimentar esa escena con frustración y enojo.

Pero en realidad, la rutina me daba esa dosis de estructura que me hacía falta.

Ahora veo la rutina como bloques de espacio que debo respetar para avanzar, siempre me repito: un paso a la vez. 

No lo veo como una cárcel ya que, cuando termina el bloque de tiempo que hago todos los días, puedo hacer otra cosa más creativa o en los días que me toca ir a trabajar voy sin pensar en lo que pude haber hecho en ese tiempo libre que en realidad en mi caso son en las mañanas.

La supercomputadora que está en tu cabeza

No necesitas más motivación, necesitas más claridad. No necesitas más tiempo, necesitas más enfoque.

Si quieres más de ambos, entiende esto:

Tu mente es una supercomputadora. Tu atención es la RAM. La RAM —o "random-access memory"— es una de las partes más importantes de una computadora, determina el rendimiento.

Más programas y pestañas de navegador abiertas = rendimiento más lento.

Tu enfoque funciona exactamente igual.

Un sistema sencillo que funciona (incluso cuando no tienes ganas)

Reserva 1 hora al día, como mínimo. Trabaja en 1 proyecto significativo. Apunta a 1 visión para tu futuro. Tómalo 1 día a la vez.

En lugar de confiar en la motivación, confía en esto:

Primero: tu entorno. ¿Qué señales tienes configuradas en tu casa u oficina que hacen que sea fácil comenzar —incluso cuando no quieres hacerlo? Puede ser mantener tu lista de tareas en tu escritorio o tu ropa de ejercicio junto a tu cama.

Luego, tus hábitos. Como dijo Jim Rohn: "La motivación es lo que te hace empezar, el hábito es lo que te mantiene avanzando". Cuando la motivación nos falla, solo somos tan buenos como los hábitos en los que podemos apoyarnos.

Y por último, la disciplina. Es esa pequeña voz interior que te obliga a cumplir las promesas que te has hecho a ti mismo cuando realmente tienes que profundizar.

Antes de terminar…

Algo que me ha ayudado a mi es mantenerme siempre curioso.

La motivación es impulsada por la curiosidad — nos estimula a aprender, mejorar, y cumplir objetivos. Pero si no creamos el camino para que esa curiosidad crezca con el tiempo, eventualmente la motivación se termina y empezamos desde cero... otra vez.

¿Estás dispuesto a crear una pequeña rutina diaria, aunque sea de 15 minutos, para avanzar en ese proyecto que de verdad te importa? No pierdes nada intentándolo.

Me encantaría que me cuentes en los comentarios o respondiendo a este correo. De verdad leo todo lo que me escriben.

Recuerda: la consistencia aburrida siempre le gana al genio inconsistente.

Hasta la próxima,

Kevin