Crea más, consume menos

Estamos en pleno siglo XXI: puedes estar acostado en tu cama scrolleando infinitamente, prender la televisión para ver lo último en Netflix, y terminar pidiendo algo de delivery, todo sin prácticamente ningún esfuerzo. Suena cómodo y en realidad lo es.

Y sí, a veces después de un día cansado de trabajo, necesitas justo eso. Pero ¿qué pasa si lo haces todos los días?

Si lo extrapolas a semanas, meses o años, empiezas a dejar buenos hábitos atrás. Te sientes estancado, sin energía, y a la merced de lo que el algoritmo te pone en la cara. He estado ahí. De hecho, hoy mismo, antes de enfocarme en escribir este newsletter, estaba acostado viendo TikTok :)

Consumir con Intención

El problema no es consumir, sino consumir sin intención. Estar aburrido no es malo. Cuando no tienes nada que hacer y te alejas del celular, empiezas a conectar contigo mismo: tus emociones, tus pensamientos, tus ideas. Exploras lo que hay dentro de ti.

No está mal consumir, pero se puede consumir mejor, incluso hacer amistad con los algoritmos jaja. Yo, por ejemplo, no dejo que nadie vea videos random en YouTube o Instagram desde mi cuenta. Porque el algoritmo cambia y los videos cambian, y ya no es tan fácil encontrar inspiración con un clic (lo siento Caths jaja).

Cuando busco inspiración, actualizo la página y me aparecen videos que me motivan a crear. Así descubrí a creadores como @GawxArt y a @ShafferN, que ahora son mis favoritos.

Crear me ha hecho ver el mundo de otra manera. El arte, en cualquier forma, ya sea a traves de la ciencia, medicina, tecnología, artes visuales o ilustración es la expresión más bella y genuina de la humanidad. Y cuando haces algo creativo, aunque sea pequeño, todo cambia.

Escribir todos los días, por ejemplo, me ha ayudado a:

• Aumentar mi autoestima.

• Sentir propósito.

• Tener una salida emocional.

No voy a mentir, hay resistencia cuando me siento a crear. Pero insisto porque el resultado siempre vale la pena. Ver una idea que estaba en mi cabeza transformarse en un video o en palabras en un papel es algo gratificante. Las horas pasan rápido, y estoy en el presente.

Cómo Empezar a Crear Más

La verdad es que no necesitas mucho para vivir una vida creativa. No hace falta renunciar a tu trabajo, mudarte a un lugar inspirador, ni pagar un curso de $500. Solo necesitas empezar.

Aquí te dejo dos cosas que me ayudaron a ser más consistente y dedicar más tiempo a crear que a consumir:

1. Elige algo que disfrutes hacer:
   Puede ser escribir, dibujar, cocinar, tejer... lo que sea. Pero hazlo sin esperar nada a cambio, más allá de lo bien que te hace sentir hacerlo. El trabajo en sí debe ser tu recompensa.

2. Reserva tiempo:
   No puedes esperar a sentirte inspirado. Eso casi nunca pasa. Apaga tu teléfono, di no a las distracciones, y crea un espacio libre para hacerlo. Empieza con dos veces por semana hasta que lo conviertas en un hábito diario.

3. Practica (y disfruta el proceso):
   Al principio, habrá resistencia porque tal vez lo que hagas no será tan bueno como quisieras. Pero, como todo, la solución es practicar, practicar y practicar. (tengo un video donde hablo de esto con más profundidad: Cerrando la Brecha entre lo Bueno y lo Épico)

Vivir una vida creativa no es complicado. Solo necesitas tiempo, constancia, y la decisión de hacerlo. Y recuerda: el proceso es la recompensa.